Imaginarme un mundo donde se han eliminado las amenazas físicas y materiales, y también los condicionamientos psicológicos y sociales que limitan a las personas, y estas pueden desarrollarse en un entorno de seguridad, igualdad y libertad. Una utopía diseñada para maximizar la libertad, la creatividad y el desarrollo igualitario de cada persona.
En esta sociedad se basarían en una la justicia no preventiva. Donde en lugar de castigar, se prioriza la mediación, la educación emocional y la resolución pacífica de conflictos. Donde la educación es la base de la sociedad y primarían aprendizajes básicos como la gestión emocional y la resolución de conflictos. Además, la educación sería accesible a todos durante toda la vida.
En esta sociedad no existiría el miedo a ser diferentes, sino que, al contrario, se valoraría. Y, además, se primará el tiempo para vivir, es decir, tiempo libre garantizado para dedicarse a sus pasiones, cuidar sus relaciones y disfrutar de la vida.