En un mundo ideal, las personas se cuidan unas a otras. No importa de dónde vengas ni cómo seas, todos nos tratamos con respeto. Las ciudades están llenas de parques y jardines, donde los niños pueden jugar tranquilos y los adultos pueden relajarse sin estrés. No hay ruidos molestos ni prisas, solo gente caminando por las calles con una sonrisa. Los animales viven felices, sin miedo, porque las personas cuidamos del planeta. Los árboles y las flores crecen sin parar, y el aire es limpio, fresco y no está contaminado.
En este lugar, las casas están llenas de luz y calor, y lo más importante es que siempre hay comida suficiente para todos. Nadie pasa hambre ni frío. Además todos tienen una buena salud. Los niños aprenden todo lo que necesitan en la escuela, pero también aprenden a ser buenas personas: a ayudar, a compartir y a escuchar. Aquí, todos importan y los sueños cuentan, nadie se siente pequeño o invisible.
Y si alguna vez te caes o te sientes solo, siempre habrá alguien a tu lado, porque en este mundo, la amistad y la empatía es lo más importante. Si alguien se siente triste, todos le aconsejamos, apoyamos y le damos la mano para ayudarle a levantarse. Todos sabemos que la vida se trata de cuidarnos unos a otros, de hacer todo lo posible para ser felices y vivir en paz. En este mundo, no hay peleas ni guerras.
Este mundo ideal es posible, solo necesitamos poner un poco de nuestra parte.