Saltar al contenido

Tablón

¿Qué utopías deseas...
 
Avisos
Vaciar todo

¿Qué utopías deseas?

2 Respuestas
3 Usuarios
0 Reactions
11 Visitas
Iria Gómez del Castillo
(@iria-gomez)
New Member
Registrado: hace 1 mes
Respuestas: 1
Topic starter  

Esta publicación en el foro es parte de una actividad en la asignatura de Mundo Actual de la Universidad Pablo de Olavide. El objetivo es intentar desarrollar los potenciales futuros que nos gustaría habitar. 


   
Citar
Marta Guillén Maestre
(@mguimae)
New Member
Registrado: hace 2 semanas
Respuestas: 1
 

Mi utopía tiene que ver con un mundo en el que la ley es la compasión y el lenguaje universal es la conexión entre seres vivos. De hecho, en esta utopía la humanidad ha despertado de siglos de desconexión y egoísmo, y ha elegido vivir en sintonía con la naturaleza, no por obligación, sino por amor.

Teniendo en cuenta este contexto, todas las personas vivirían en una casa construida con materiales naturales, sin dañar ni un solo árbol, y cada ventana de los hogares se abriría a un paisaje distinto: un bosque donde las aves cantan sin miedo, un prado donde los caballos corren libres, una costa donde delfines juegan con las olas... En este sentido, los animales no serían propiedad, ni recurso, ni espectáculo, sino compañeros que tienen almas con voz, sabiduría y dignidad. Es más, los humanos los entenderían, no de forma mágica, sino porque han aprendido a escucharles con el corazón. Por ejemplo, los veterinarios y los cuidadores actuarían como puentes de amor, no de control, enseñándoles al resto cómo tratar con los animales. Por otra parte, la alimentación sería abundante, con sabores tan exquisitos que nadie extrañaría el pasado. Las fábricas de sufrimiento serían reliquias del ayer, y los refugios serían entonces santuarios, donde humanos y animales se sanasen mutuamente.

Asimismo, en las escuelas las niñas aprenderían sobre ética animal, empatía y ecología antes que matemáticas o física. Y yo, mujer con experiencia y nueva perspectiva, sería guía de esas nuevas generaciones que ya no sabrían lo que es la crueldad, porque nunca la vieron. La justicia habría cambiado de rostro, pues protegería a los que no tienen voz humana. Las leyes se escribirían de nuevo, incluyendo a cada criatura que respira, corre, vuela o reposa en silencio. Y cuando caminase por mi entorno, me saludarían las aves desde los árboles, los perros que corren por las calles sin miedo y los niños que sueñan con ser guardianes de la tierra. Aquí veríamos que la paz no sería entonces un concepto abstracto, sino que se respira en el ambiente.

En definitiva, en esta utopía de armonía salvaje, ser amante de los animales no es una excepción, sino la norma. Por lo tanto, yo no sería una soñadora solitaria, sino una heroína cotidiana, viviendo la vida que siempre desee, rodeada de respeto, ternura y libertad compartida.


   
ResponderCitar
Compartir: